
El sol, siempre acaba saliendo
Es un mal día. Hoy el ánimo anda cabizbajo, nuestro alrededor está de color gris, el sol brilla por su ausencia porque una nube negra le gana la partida y una gran tormenta está a punto de caer.
Pues no queda otra, hay que seguir haciéndole frente con todos nuestros recursos, y los que no, habrá que inventarlos.
Quizá la mañana, en vez de unos buenos días nos dio un bufido o una bofetada sin manos, un revés que sin esperarlo hemos tenido que encajar. Pues a ponerse en pie, echar mano al optimismo y a la esperanza y arrancar hacia adelante.
Sabemos que hay días que se estropean en tan solo diez minutos, dejándonos una jornada poco deseada y algo confusa en la que se nos rompen los esquemas y no nos sale bien, nada de lo planeado.
Pero la realidad es que la tormenta pasará, siempre pasa, porque el sol siempre acaba saliendo; nosotros solo tenemos que dejar las ventanas abiertas.