
El puzzle inacabado
El puzzle inacabado, que nunca nadie podrá terminar.
El mundo dejó de girar bajo sus pies, decidió pararlo sin preguntar, seguramente sin pensar en aquellos que lo querían, quizá porque a menudo creyó que no era así, y de esa forma dejó con su inesperada partida un reguero de lágrimas y de respuestas sin contestar.
Se nombró dueño de su existencia y de su muerte, y no esperó que la vida hiciera aquello que solo a ella le correspondía.
¿Se olvidó de sentir, o por el contrario, fueron esos chorro de sentimientos los que implacables le empujaron a actuar?
Nada sabe nadie, quiso que su vida fuera un puzzle y que solo a él le correspondiera terminar, pero no lo hizo, se marchó dejándolo inacabado y nadie por aquí conoce la imagen de la tapa.
A partir de hoy cuando el silencio lo inunda todo, porque todo está dicho y pensado, cuando las palabras se terminaron y lágrimas no quedan, solo habrá que dejar fluir los días y poco a poco aprender a vivir con la ausencia que dejó esta dura decisión.