
Una sirena de color azul
Una sirena de color azul.
Guárdame el secreto, ese que nadie sabe, pero que a ti te quiero contar, pero tú, no se lo cuentes a nadie.
¿ Recuerdas aquella tarde en la que el silencio paseaba entre nosotros, convirtiéndonos en cómplices, haciéndonos sentir que éramos únicos?
Nuestros pies descalzos dejaban sus huellas marcadas en la arena, nosotros, ilusos pensamos por un segundo que serían la muestra de que un día estuvimos allí.
Fue entonces, cuando las olas atrevidas, perseverantes y poderosas las borraban sin miramiento, y aunque volvíamos a pisar fuerte, ellas nos ganaron la partida.
Hoy, nadie sabe que un día paseamos por aquella playa, las despiadadas olas borraron nuestras pisadas, mientras que nuestros pulmones respiraban sal, nuestra piel absorbía humedad y arena, y el viento alborotaba nuestro cabello .
En silencio, solo con el roce de nuestros dedos nos sentamos allí, frente al mar, ese charco inmenso y misterioso, el único testigo de nuestra presencia.
¿Me guardarás el secreto del que te hablé?
Cuando lo hagas, dejará de ser un secreto, te apresuraste a responder.
No me importa, necesito compartir contigo algo prodigioso.
Me miraste curioso, esperando eso que tanto interés tenía en contarte.
-Soy una sirena –
Una sirena de color azul y cola plateada; y aunque no lo creas, soy capaz de nadar a lo más profundo, de hecho, algún día lo haré, huiré al fondo del mar y nunca más volveremos a vernos.
Guárdame el secreto, y no se lo cuentes a nadie, que sea solo nuestro.
De todas formas nadie creería que conociste a una sirena de color azul, y cola plateada.