
Sonríe, sonríe siempre.
Sonríe, sonríe siempre, porque sonreír no cuesta.
Abre tu mano y ponle alas a tu imaginación, aprieta los ojos y deja de mirar a esa luz que te ciega, quédate con la luminosidad tenue de las estrellas y con la mirada brillante de la luna, y sonríe, hazlo convencido de que es la mejor manera de plantarle cara a los momentos más agrios y a las horas más negras.
Sueña siempre que puedas, pero no te olvides de bajar al suelo y plantar con fuerza los pies en la tierra, porque soñar no cuesta y te transportará a ese mundo al que tu fantasía quiera, pero has de aprender a no desilusionarte cuando la realidad, a veces cruda realidad, se te presente delante; porque no siempre podrás tener alas, y también entonces deberás saber sonreír.
Deja que tus sentidos se empapen de vida pero no esperes de ella milagros, pide solo tiempo para vivirla, y hazlo a sabiendas de que a veces es una tirana dura y desagradecida, en cambio en otras ocasiones se vuelve generosa, regalándote días increíbles y noches preciosas; por ello, no dejes de mirarla de frente porque cuando menos te lo esperes te obsequiará con la mejor de sus sonrisas y haz de estar ahí para disfrutar de ella.
Sonríe, sonríe siempre, porque sonreír no cuesta
Siempre mirada al frente y sonríe… Besos Pilar!!!
Un baño de poética realidad y una postura inteligente frente a la vida que como dijo el poeta «ella con el tiempo se torna perversa» pero también sabe ser generosa y buena. Como tantas vecves Pilar Serrano, un lujo leerte.
Gran abrazo, hermana española.