
El toro de la Vega, Tordesillas
Todos los septiembres en Tordesillas, una localidad de este país nuestro, se celebra porque la ley lo avala, una fiesta declarada de Interés Turístico de España, pero lo peor no es ese título sino el que le otorga el Ayuntamiento de la localidad, Patrimonio Cultural Inmaterial.
¿ Os lo podéis creer ? Le llaman cultura al comportamiento execrable de unos mozos que se creen hombres valientes por asesinar a un toro, después de humillarlo y acosarlo de manera sádica y salvaje, el conocido, toro de la vega.
Y lo de inmaterial cuesta entenderlo porque el animal de inmaterial no tiene nada, es un ser vivo que siente dolor, mucho e innecesario dolor, cuando las lanzas se clavan en su piel una y otra vez a manos de hombres salvajes, que tienen más de fiera que de hombres, un animal cuya única culpa es haber nacido toro.
Pero esto es lo que tenemos y eso es lo que somos, un país que entiende por cultura lo que en otros no son más que aberraciones propias de bestias, y no de hombres.
Mucha de esta gente trata de justificar el festejo en nombre de una tradición medieval, la misma tradición en la que se basó el gobierno de España para aprobar que una barbarie de esa índole se convirtiera en una legal celebración.
Vergüenza propia y ajena tendríamos que sentir al ver que hay españoles capaces de presentar espectáculos de esas características ante turistas que llegan curiosos, pero se van consternados ante tanto salvajismo.
Curiosamente, hay que recordar que en tiempo de Franco solo se llevaba a cabo el encierro, prohibiéndose el daño al animal.
Paradójicamente, nosotros que nos creemos más civilizados y avanzados, hemos decidido, imagino que en nombre de la libertad, festejarlo al completo, sin escatimar sufrimiento alguno al toro. De esta forma durante unas horas, un grupo de hombres valientes elegirán volver a la época medieval.
Resulta incomprensible comprender el por qué nos pasamos siglos luchando contra tradiciones, que en ocasiones son solo eso, tradiciones, y en cambio tratamos de mantener otras verdaderamente crueles, cuyo único aporte es envilecer y desprestigiar a aquellos que las practican.
Estoy totalmente de acuerdo con Usted.
En mí país se ordeno que no hubiera animales en los circos, pero esa ley que protege a los animales de los circos, no es aplicable a los Toros de lidia; la razón: los empresarios que lucran con la muerte del animal son los mismos que llevaron al poder al presidente en turno.
¿Sabe que es lo peor? el partido político se llama «verde ecologista»
Está claro lo peor a lo que nos enfrentamos es a la hipocresía de la gente y de los partidos políticos que se venden por unos cuantos votos…y por desgracia no voy a decir que son todos pero sí la mayoría.¿ Y cómo hacemos entonces? Un saludo.