
El miedo
El miedo es esa sensación que se puede mascar, cual puñado de arena que sin esperar llena la boca, dejándote sin posibilidades de decir nada.
Intentamos por todos los medios hacer alguna cosa que nos libre del sabor a tierra y metal, una sapidez inmensamente desagradable que sin poder remediarlo nos anuda las tripas, provocándonos contracciones en la boca del estomago.
El miedo es esa sensación que se crea en la cabeza y se siente en el corazón, para más tarde ir extendiéndose por cada poro de nuestra piel.
Hay un miedo intrínseco en el hombre, un miedo razonable que se despierta como un arma defensiva y de protección que se suele activar químicamente; pero hay otro, aprendido a lo largo de la vida, quizá más neurótico por estar sometido al descontrol de la razón, un miedo desmesurado en proporción a la amenaza que lo produce, cuando eso ocurre el miedo da lugar al terror.
Éste, es un sentimiento incontrolable que en demasiadas ocasiones nos remolcará a su antojo, arrastrándonos, haciéndonos cobardes y limitando nuestras posibilidades de avanzar; es lo que verdaderamente nos impide y nos paraliza la mente y los sentidos, un miedo irracional difícil de superar.
Este miedo nos oprime la garganta, secándonos la boca y provocándonos palpitaciones, a la par que anula nuestra capacidad de reacción; el poder para combatirlo se encuentra en la mente de cada uno, es ella la única que puede hacerle frente.
Interesante descripción detallada y sensitiva sobre el miedo y el paso de este al terror. Me ha gustado mucho, Pilar.
Saludos, Compañera.
Muchas gracias Edgar, me encanta que me leas, te guste y comentes.