
Tristeza
Tristeza que caminas enredada en la vida de la gente, formando parte de sus días, y enganchada a las horas de sus noches.
Tú que invades el alma cuando ama y al corazón cuando solo se encuentra, tristeza que arrancas suspiros de gargantas calladas, y lágrimas de ojos secos.
Tú, que vagas sin rumbo cobijándote a menudo a la sombra del que sufre, aliviándote de la compañía de aquellos que de ti quieren alejarse, pero que invasora, te entremetes por los poros de la piel hasta llegar allí donde nadie llega, en aquel recóndito lugar del alma en el que el corazón se aprieta para no gritar.
Amiga de la alegría, porque sin ella no podrías existir, compañera de las sonrisas, siempre acechando para buscar ese lugar que hoy pierdes, pero que mañana has de ganar.
Eres ese papel de regalo que a menudo nos envuelves, el obsequio que no pedimos, en el que no queremos pensar y con el que nunca soñamos, de hacerlo, a menudo nuestros sueños se convertirán en pesadillas.
Gran rival, nos dominas el ánimo, nos retas, y con frecuencia nos ganas la partida; solamente los más fuertes luchan contra ti cara a cara, a sabiendas, que aún ganando la batalla siempre se llevarán consigo el amargo sabor de la victoria; porque tú siempre nos haces saber que estás ahí, dispuesta a volver ese día o ese instante en el que menos te esperemos.
Tristeza que andas con nosotros por los caminos de la vida, rozándonos la piel y sujetándonos con fuerza para no dejarnos caer, porque sabes que si lo haces, caerás con nosotros. Y tú nos quieres ahí, frente a ti, en ese gran reto que es la vida, contemplando irónicamente nuestro inútil afán por convertir las lágrimas que nos provocas, en alegrías y sonrisas.
Me encantó, muy bien escrito ! Sos una genia ! Cariños y un abrazo
Muchas gracias de verdad.
Me ha encantado. Juegas bien con las palabras:
……..en aquel recóndito lugar del alma en el que el corazón se aprieta para no gritar.
Un saludo. :-)
Muchas gracias Montse. Un saludo