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Trescientos sesenta y cinco días

Trescientos sesenta y cinco días

Por el 18 de noviembre de 2016 en Apuntes con 6 Comentarios

Trescientos sesenta y cinco días, ese es el tiempo que llevamos conviviendo con tu recuerdo, divisando tus huellas sobre la dorada arena de la vida, aunque no te veamos a ti.

Me resulta inevitable recordarte hoy de una manera especial, pensar en como tu vida  fue borrada de un plumazo, aunque hoy, después de trescientos sesenta y cinco días el timbre de tu voz, tu sonrisa, tus gestos y tu último adiós sigan aquí enredados en nuestra memoria.

Es irremediable pensar en ti, en los muchos años en los que compartimos cientos de instantes, lugares y anécdotas.

Sabes, a veces nos concentramos para no olvidar tu rostro, para retener tus maneras, para creer que no te fuiste; tenemos la impresión de que nos llamarás en algún momento, pero no, esta vez eres tú, el que te fuiste para no volver.

Injusto el destino, que te llevó aún sabiendo que tu no querías marcahrte, porque tu disfrutabas viviendo.

¡Querías vivir! Nunca hubieras tirado la toalla, aún teniendo una toalla que tirar, pero lo cierto es que no te dieron esa oportunidad.

Hoy, que hace trescientos sesenta y cinco días que te fuiste, te quiero dedicar estas palabras para decirte que por aquí no te olvidamos y que a menudo te nombramos, porque raro es el día que no surge algún recuerdo de los miles que compartimos juntos.

Sin lugar a dudas, mientras sigamos paseando por la playa de la vida, extraño será el día que las olas no nos devuelvan un poquito de ti.

 

6 Comentarios

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  1. María dice:

    Y que esas olas no dejen de traerlo. Bonito relato lleno de nostalgia y amor.
    Un besillo.

  2. Julia C. dice:

    Qué precioso recordatorio de la persona querida, Pilar. Poético, entrañable, tierno, sincero.
    Estos días también yo ando recordando a seres que se han ido de mi vida, eso me hace especialmente receptiva a tus dulces palabras. He disfrutado leyéndote :)

    ¡Un abrazo y feliz finde!

  3. «Recordar es vivir» y es una suerte contar con ese recurso para no quedar a la deriva sin los seres queridos ausentes que son nuestros ángeles en «la playa de la vida».
    Qué bella persona y qué escritora inteligente eres Pilar Serrano, otra valiosa amiga española.

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