Seis meses sin ti

Seis meses sin ti. Sobre todo, ellos llevan seis meses sin ti, enganchados a tu recuerdo y perdidos en el mar infinito de las preguntas.

Primero incredulidad, luego estupor, esa sensación más honda que el miedo, que se abrió paso como un gran tsunami inundándolo todo. Más tarde, la pena y la tristeza comenzaron a echar raíces, a minar cada hora del día, convirtiendo cada poro de la piel, cada palabra y cada respiro en lágrimas. Amargas gotas sin fin, cargadas de rabia contenida y de preguntas sin respuestas.

Seis meses de insomnio, silencios, de querer y no poder, de poder y no saber, seis meses en los que el dolor ha sido el protagonista, ese desconsuelo inmenso y constante que les provocó tu ausencia.

Por ser padres podemos pensar que es fácil entenderlos, sencillo imaginar lo que sienten, pero no, la realidad es que es imposible ponernos en su piel un solo segundo, imposible suponer como es el amanecer, el esfuerzo que han de hacer al levantarse cada mañana, abrir los ojos y echar a andar.

Un enorme reto que les exige esa misma vida que les vapuleó con tanta saña y con tanta fuerza.

Porque soportar el dolor ya parece complicado, pero hacerlo diariamente, durante cada segundo del día y durante todos los días, eso me suena a proeza, la mayor de ellas, ya que respirar cuando falta el aire y seguir adelante cuando escasean las ganas sospecho que ha de ser francamente duro.

Aunque creo que aún mas duro puede resultar no saber que hacer con tantos besos…Todos esos que quisieran darte.

Pero a pesar de que abrir las ventanas cada mañana y dejar que entre el aire requiere de un gran esfuerzo, no dudamos de que lo lograrán, porque no están solos, somos muchos los que queremos compartir con ellos la pesada mochila con las que les tocó cargar.