
Así fue…
Así fue como de pronto se sintió sola, naciendo dentro de ella la necesidad de gritar, pero no podía hacerlo.
Deseó poder volar alto, muy alto, a ese lugar en el que el aire enfriara su piel, diera luz a sus pensamientos, y si fuera posible congelara sus sueños.
Pero nada de eso fue posible, y siguió allí, unas veces persiguiendo a la noche, y otras dejándose perseguir.
Sin demasiado empeño amontonó atardeceres, derrochó sonrisas e inventó mañanas, y de esa forma se creó una vida cuajada de estrellas lejanas, y quimeras extrañas.
Así fue como inmóvil, entre marañas de recuerdos amarillos y besos imposibles, mezcló las ganas con el deseo, y lloró por el olvido que no llegaba, mezclando sonrisas, lágrimas y amaneceres. Pero ya sin esperanza.
Así fue…. como se inventó, mañanas amarillas y azules tardes