
Amar es amar
Amar es amar, no es pensar, es sentir, no tener razones ni porqués, ni saber cuando sucedió ni los motivos, amar es amar, como no podría ser de otra manera.
Es soñar, llorar, vivir e incluso hacerlo todo al mismo tiempo, es intentar alcanzar la luna pasando por las estrellas.
Cuando amas nada sabes y tampoco nada te preocupa, porque tu vida solo gira alrededor de ese sentimiento que todo lo absorbe, él te ata y a la vez te deja libre, es un nudo que a menudo te aprieta el corazón sin apenas dejarte respirar, y de pronto, cuando menos te lo esperas se deshace permitiéndote volar.
Amar es notar como el mundo cambia bajo tus pies, vivir el invierno como si fuera primavera, con la misma facilidad que un día de sol se puede convertir en una tarde de tormenta; y casi nada de esto va a depender de ti, ni siquiera tu estado de ánimo.
Porque amar es llorar sin razón alguna, reír sin explicación, soñar despierto y cerrar fuerte los ojos para que no se escapen los sueños; amar es sentir tan intensamente que pocas veces nos sucede, nuestra alma no lo soportaría.