
18 de noviembre
18 de noviembre.
Ayer hizo cuatro años que te fuiste, poco tiempo tuviste para decirnos adiós, ya que la vida te tenía reservada una rápida despedida.
Antes de lo debido, y casi sin mediar palabras decidió romper tu existencia, truncar ilusiones y dejarnos el sabor amargo, que suele dejar la ausencia irreversible de un amigo.
Hace algunos años, aprendimos en nuestras propias carnes, que algo se muere en el alma cuando un amigo se va. Con tu partida, tuvimos de nuevo que recordarlo, y seguir adelante.
Ayer 18 de noviembre de hace cuatro años, nos despedimos de ti alrededor de una triste cama de hospital, allí te dormiste para no despertar, contigo se fueron muchos buenos ratos, años de juventud y mil planes que nunca se realizarán, aunque nos dejaste algo que la muerte no pudo llevarse, tu recuerdo y tus ganas de vivir.
¡ Tu recuerdo, sigue entre nosotros!