
Mi gato azul ruso
Mi gato azul ruso es todo un felino aristócrata desde la cuna, como bien indican sus nombres Yuri Alexandrovich Popov Putin.
Aunque podéis llamarlo Yuri.
Llegó a casa dentro de una cajita verde con un gran lazo rojo y con tan solo un mes de vida; al destaparla me encontré con un cachorro un tanto desvalido que no llegaba ni al medio kilo de peso.
Era un pequeñín curioso e ingenuo con una pelusa por pelo y que parecía preguntar que hacía aquí, cuando unas horas antes se encontraba con sus hermanos jugueteando dentro de aquella otra caja de cartón, en la esquina de una calle esperando a que alguien se fijara en ellos.

Yuri, el recién llegado gato azul
Nos llevó unas cuantas semanas sacarlo adelante, pero lo logramos y ahora es todo un gato azul ruso.
Azul ruso, una raza desconocida para mí que he descubierto gracias a Yuri, y a mi marido, que es quien lo trajo a casa.
Mi gatito tiene un pelo gris azulado precioso, de ahí lo de azul ruso, con unos reflejos plata espectaculares y unos ojos amarillos verdosos que prometen convertirse en dos esmeraldas, según sus congéneres.
Yuri es vital, activo, inteligente y muy dócil, a pesar de ser un cahorro travieso y gamberro, una conducta que la sufre especialmente Lúa con paciencia y resignación. Y como podéis comprobar además de todas esas virtudes es guapo.
Todos nos hemos tenido que adaptar a tener dos gato en casa, incluida Lúa, pero hoy después de siete meses casi lo hemos conseguido. Ella y Yuri son inseparables, no podemos decir que no se peleen porque mentiríamos, pero creemos que ya comienzan a quererse aunque aún no lo sepan.

Un gran observador
Hoy, Yuri es un gatito sano y feliz. Corre, juega y trata de cazar cualquier cosa que se mueva, aunque en honor a la verdad, tengo que decir que aún no ha cazado nada, pero lo hará, no tenemos la menor duda.
Aunque es algo que preferiría que no hiciera.

Dos buenos amigos
Mirándolos, no puedo dejar de preguntarme por qué habrá gente que les haga daño.
Son unos animales tiernos e independientes y el único fin que tienen en la vida es vivir y dejar vivir; un ejemplo a seguir por muchos de los que nos llamamos personas y nos creemos superiores a ellos.
Se les nombra mascotas, pero son seres vivos, amigos, compañía, caricia en algunos momentos, sin duda, afirmo que ellos siempre están ahí, te esperan, se alegran de tu presencia, la disfrutan y pocas veces gruñen. Disfrute de ambos, perros y gatos, cada uno en su forma de ser, tal vez el gato más tranquilo, pero ambos insustituibles.
disfruta!!
Besos!!
Cierto Marijose, son insustituibles y maraillosos. Un abrazo.
Preciosos los dos gatos, mi hijo tiene dos y los quieren, no pueden vivir sin ellos .Un abrazo
Pues si, suele suceder, pasan a ser unos mas de la familia. Un abrazo.
Un bonito y tierno relato Pilar. Disfruta mucho amiga de este regalo con el que te has encontrado. Un gran abrazo.
Mil gracias Marina.Un besazo.
Es difícil de entender cómo hay personas que les hacen daño pero pasa, es como si los animales no sufrieran y cuando se tienen se sabe que son uno más de la familia.
Un saludo
Muy cierto, pero las malas personas no tienen límite.Un abrazo.