
El tubito de ensayo
El tubito de ensayo fue colocado con cuidado y esmero en un lugar seguro, lejos de ojos que pudieran descubrirlo.
Esa tarde pasaría por su vida como una nube, trayéndole lo más real que pudo imaginar nunca; había perdido la esperanza de que fuera una falsa alarma, algo que la inquietaba, pero a la vez, por alguna razón se sentía tranquila y en paz.
Inesperadamente, el futuro que se habían trazado estaba ahora en manos de aquel trozo de cristal, un tubito de ensayo pequeño e inofensivo, pero que a ella se le antojaba caprichoso al igual que el destino, porque nunca pensó que le pasaría algo así, pero sí, ahí estaba sucediéndole en primera persona.
Es curiosa la mente, tiene la cualidad de crecerse ante cosas grandes y hacerse fuerte en circunstancias complicadas.
En unos pocos minutos pudo comprobar la eficacia del dichoso tubito ¿ Por qué no se sorprendió al ver el resultado?
Hoy, recuerda ese momento y no es consciente de haber tenido miedo ni de que las dudas inundaran su cabeza; cree recordar que en ella solo cabían pensamientos que iban y venían, pero ninguno se quedó el tiempo necesario para convertirse en un problema.
En pocas semanas sus vidas serían otras, y su cuerpo derrocharía vitalidad y energía, total, a fin de cuenta, lo único que sucedió fue que la vida les hizo un regalo inesperado antes de tiempo.
Un gran regalo que seguro disfrutarían muchísimo. Momento en pocas líneas, un momento muy especial. Un abrazo.
Gracias María, pues sí el resultado fue una niña maravillosa, hoy una mujer estupenda.