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El insomnio

El insomnio

Por el 29 de febrero de 2016 en Apuntes con 4 Comentarios

Llega la noche, todo esta preparado, ella se dispone a dejarse enredar entre los brazos del silencio y la oscuridad, ellos la envuelven y la acompañan, en unos pocos minutos estará lista para recibir a Morfeo; él, sigiloso rozará su frente con un suave aleteo y así, la transportará al mundo de los sueños, luego, después del paso fugaz de unas horas se despertará reparada y dispuesta a comenzar una nueva jornada.

Pero hay algo con lo que no contaba, la aparición sin previo aviso de un truhán mal educado y travieso que distrayendo su sueño la dejará en vigilia, de forma que al amanecer será un robot de mente soñolienta y piernas pesadas, todo a causa del insomnio ese caprichoso e inesperado intruso que se hará un hueco en su almohada sin haber sido invitado.

Lejos quedará Morfeo y sus sedosas alas y poco podrán hacer la noche y el silencio para ganarle la partida al insomnio.

Mientras tanto, ella cierra los ojos apretándolos para intentar conseguir que se mantengan cerrados, pero después de escasos minutos, como por un resorte vuelven a abrirse, dando lugar a que la penumbra de la habitación se transforme en sombras que perturban su cerebro, enredándola entre los miedos, los deseos, el olvido y los recuerdos; a su vez el silencio disimuladamente comienza a desvelar secretos, a despertar pensamientos involuntarios y preocupaciones dormidas, porque el insomnio tiene el poder y la fuerza para embaucar con deseos imposibles, historias inacabadas y proyectos que ni siquiera se sabe si comenzarán alguna vez.

De esta forma, los minutos se convertirán en horas, su almohada en una enemiga incómoda y en su confortable colchón no hallará la manera de encontrar esa postura que la transporte al mundo de los sueños; porque el insomnio vapulea las conciencias, convirtiéndonos en cuerpos errantes que vagan a través del colchón, intentando encontrar ese sitio donde acomodarse para lograr que el sueño les alcance.

Vueltas y más vueltas y el insomnio que no se va, así la noche pasa lenta y cadenciosa, y un día más, al amanecer su mente se encontrará flotando, los sonidos le resultarán lejanos, y sus párpados pesados estarán dispuestos a cerrarse ahora que el insomnio duerme, esperando quizá a la próxima noche para volver a entorpecer su descanso.

 

4 Comentarios

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  1. Marijose dice:

    Genial descripción de ese momento.. Magia le pusiste no parece así tan malo.

  2. Julia C. dice:

    Una buena descripción del insomnio y sus «malas artes», Pilar. Quienes lo hemos padecido sabemos reconocerlo en tu texto.

    Muy poético, me ha gustado mucho :)

    Un saludo!!

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