Carlos Puyol, soy español
Carlos Puyol, soy español, una frase dicha por el futbolista para promocionar los partidos de la Liga española en China y que no ha dejado indiferente a nadie; una especie de eslogan publicitario con claros tintes patriotas del que pensó de manera errónea, y yo me atrevería a decir que también ingenua que nunca llegaría a España.
Al no ser así, Puyol se ha encontrado que su comentario no ha dejado indiferente a nadie, y es que en la vida hay veces que hay que ser consecuente y dejarse de vaguedades para no encontrarte en tierra de nadie y con los insultos y críticas de todos; porque ser independentista catalán y español a la vez es un tanto complicado, y guste o no conllevaría una gran dosis de hipocresía. Hipocresía que queda reflejada en declaraciones, comentarios y gestos que confunden, dando a entender que detrás solo hay la conveniencia del momento y quizá también algo de cobardía.
Si tenemos en cuenta que el mundo se mueve por el interés, está claro que podremos entender a Carlos Puyol, pero eso no lo libra de ser cuestionado, ya que ese es el precio que ha de pagar por ser un famoso futbolista y estar a la vista de todos.
Que ayer pite al himno de España y bese a la bandera independentista catalana, y hoy cuando crea que nadie lo oye se proclame español, la verdad es algo más que feo, porque ser chaquetero, como todos sabemos, estuvo siempre muy mal visto.
Es verdad que las circunstancias políticas de Puyol no deben de ser fáciles, sus sentimientos encontrados si es que los tiene tampoco lo serán, pero como todos sabemos, la vida no es fácil, y a menudo toca tomar decisiones y dar la cara, esa capacidad es la que marca la diferencia entre adultos.
