
La inspiración
La inspiración no tiene dueño, se acercará a ti como un felino, sin avisar, sin importarle lo más mínimo el esfuerzo que hagas, ni el interés que pongas.
Lo intentas, pero ella te abandonó, te dejó ahí sentado a tu suerte, sin más recurso que tu empeño por sacarle jugo a esas pocas ideas que compadeciéndose de ti deciden venir a visitarte; a pesar de todo, te resulta difícil enlazarlas, no es tu momento, tendrás que reconocer que hoy te ha dejado solo.
Con gran tenacidad por tu parte logras escribir un párrafo, lo lees, pero sientes que le falta la magia de la música, la esencia que le da forma y aquella sustancia que ha de penetrar en la piel de quien lo lea, para que pueda fluir por su interior hasta llegar al alma.
Rindete ante la evidencia, hoy no es tu día, ella ha decidido darte la espalda y te has convertido en nadie.
Añoras esos momentos de comunión perfecta, tú, ahí delante del ordenador, y ella a tu lado, transmitiéndote palabras que enlazadas entre sí formarían esas frases que más tarde serían párrafos, que al leerlos, dejarían impregnados de magia cada poro de la piel del lector.
Porque a fin de cuenta, para eso escribes, para crear primero y contar después algo que durante unos minutos traspase la barrera de la cruda realidad, dejando luego los sentidos repletos de mil sensaciones, como si de un hechizo se tratara.
Aunque para ese encantamiento necesitas una varita mágica que ha de llegar de la mano de alguien caprichosa e imprevisible que aparecerá en el momento que menos te lo esperes, pero no oses llamarla, si lo haces no vendrá.
Tú, solo espera.
Traspasar la barrera de la realidad. Hermosa manera de describir la escritura y yo añadiría que la lectura también.
Besos siempre Pilar!!
Mil besos para ti también y millones de gracias por siempre estar aquí.