
Buenos días mundo
Buenos días mundo.
Este es mi deseo para todos los que en alguna ocasión pasasteis por aquí, para los que nunca lo hicisteis, e incluso para vosotros, aquellos, que con solo una vez os bastó.
Bien tempranito, delante de ese café mañanero que sabéis que me gusta, y que mezclado con el silencio esperanzador y la alegre luz de un día de verano aún, pero con un cariz irremediablemente de otoño, me he decidido saludaros después de algunas semanas de silencio.
No os puedo decir que me aburrí de escribir porque no sería del todo cierto, pero sí que mi mente se agotó, y las motivaciones dejaron de ser suficientes.
Cualquiera que se haya visto en circunstancias parecidas sabrá que escribir crea adicción, y como todas las dependencias te atraen, para luego dejarte enganchada, en este caso, prisionera a veces de esa inspiración que no siempre llega, y que te desgasta.
Buenos días mundo, os deseo que tengáis muchos momentos felices, y si se resistieran, habrá que crearlos, porque lo que no cambió y nunca lo hará, es mi convencimiento de que todo puede ser mejor de lo que pueda parecer si lo intentamos.