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Mi vecino es un ocupa

Mi vecino es un ocupa

Por el 10 de abril de 2018 en Apuntes con 2 Comentarios

Mi vecino es un ocupa.

Miro el reloj y me doy cuenta que los pocos minutos que tenía para descansar han pasado volando.

¡Hay que volver al trabajo!

Mientras remoloneo un poco, mi mente se distrae escuchando la algarabía que llega desde el jardín de la casa de al lado.

Mi vecino y su familia, junto con unos amigos, disfruta una tarde más de unas cervezas al ritmo de la música, mientras que los niños se bañan en la piscina.

Todo ello, me lleva a pensar en como crecí creyendo que en la vida podrías obtener solo las cosas que tu trabajo te permitiera, nunca otras, así me educaron mis padres, y eso es lo que yo vi en ellos.

Esta forma de vivir y de entender la vida siempre me pareció justa, digna y necesaria, siempre hasta hoy, que por unos minutos me la he cuestionado.

Mi vecino es un ocupa, vive en la casa de otro menos listo que él, a quien deshaució el banco; se baña en la piscina que no es suya,  gasta la luz y bebe el agua que otros le pagamos, y lo que es peor  ¡No pasa nada!

Hace calor, y debo irme, pero antes, me acerco un poco para asegurarme que siguen ahí, los padres, los amigos, los niños y hasta el perro, porque también tiene un perro, son una familia feliz, eso sí, a costa de toda la comunidad.

De pronto, y quizá alguien me llamará insolidario por ello, un sentimiento de indignación me sube por el estómago sin poderlo remediar, y me pregunto cómo es posible que sucedan estas cosas, y que en este país, a más legal seas, más posibilidades tienes de que pagues los platos rotos de otros.

Claro que es triste y deplorable que haya personas sin hogar, no me alegro de ello y lo lamento, pero la gente que madrugamos a diario y volvemos tarde a casa para poder pagarla, deberíamos de estar protegida, de esa otra, que escudada en su insolvencia trata de aprovecharse del esfuerzo ajeno.

Sé que mi vecino ocupa tiene una profesión, no es un indigente, veo su coche y lo oigo hablar por el móvil, además es joven; todo eso me indica una vez más, que en este país los espabilados son los que más y mejor salen adelante, porque dudo que no pudiera pagar un alquiler social en cualquier otro lugar de la ciudad.

Algo se está haciendo muy mal porque el sistema no funciona, tanto, que ni el banco se ha atrevido a pasar por aquí.

Yo sé, que la vida es más difícil para unos que para otros, que los recursos están mal repartidos y que la sociedad es injusta, pero sintiéndolo mucho, no creo que la gente como yo seamos los responsables.

Ahora, me voy que se hace tarde, pero para ser sincero, tengo que decir que lo hago con la sensación de que soy un poco gilipollas,  ya que me voy a trabajar para mí, y un poco para mi vecino el ocupa.

 

2 Comentarios

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  1. Totalmente de acuerdo contigo, María Pilar. Los casos como el que cuentas van en aumento y ya solo nos queda cruzar los dedos para que no nos toque a nosotros ser los que se quedan fuera de su propia casa. Algo va mal, francamente mal…

    ¡Un saludo!

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